Malinterpretamos, filtramos o cambiamos entre el 70% y el 90% de lo que oímos. Comunicar mensajes con claridad, y en un formato que el receptor entienda, es difícil. Es fácil comunicar mal. Si se vigila qué palabras se eligen, el mensaje se comunicará con mayor claridad para la creación de Leads.
Causa
¿Por qué se produce toda esta confusión? Una de las muchas razones es que las personas sufren una sobrecarga de información. Simplemente no pueden procesar todo lo que reciben por correo electrónico, ni tampoco quieren hacerlo.
Por mucho que te guste, los destinatarios de tus mensajes de correo electrónico no prestan toda su atención a cada mensaje que reciben de ti. En realidad, la gente lee el correo electrónico con rapidez, realiza otras tareas mientras lo lee (como hablar por teléfono) e ignora los mensajes por completo.
Incluso en las mejores condiciones, es fácil que la información que envíes se distorsione. No conviene complicar las cosas enviando mensajes de correo electrónico cargados de términos técnicos o jerga específica del sector que obliguen al lector a descifrar el lenguaje antes de poder siquiera empezar a utilizar los datos.
Ejemplo
Este es un ejemplo de lo fácil que es comunicarse mal. Incluso cuando las personas dicen exactamente lo mismo, pueden decirlo de tal manera que no se entienden. ¿Has hecho esto alguna vez?
Instrucciones:
Los siguientes son refranes conocidos que has escuchado muchas veces. Sin embargo, la redacción de este ejemplo es diferente. ¿Puedes reformular estas afirmaciones utilizando un lenguaje más familiar?
1. No compute sus gallináceas inmaduras antes de que se produzcan.
2. La pulcritud no se extiende por debajo de la superficie de la dermis.
3. No se puede calcular el valor del contenido de una narración encuadernada e impresa a partir de su vestimenta exterior.
4. Se puede dirigir a un miembro de la familia Equidea hacia un líquido acuoso, pero se es incapaz de obligarle a beber.
Soluciones
1. No cuentes tus pollos antes de que hayan nacido.
2. La belleza es sólo superficial.
3. No puedes juzgar un libro por su portada.
4. Puedes llevar a un caballo al agua, pero no puedes hacerle beber.
Si utiliza un lenguaje fácil de entender, dejará una impresión positiva en quienes le rodean: clientes, personal y compañeros de trabajo.